No es un secreto que
hoy en día el rock en Nicaragua es un tema muy trivial, desde hace mucho tiempo
se ha señalado al género con adjetivos satanistas, corrompidos y
degenerados. Entrar a esta esfera del
rock en nuestro país va más allá que escucharlo, entre tantas bellas emociones
también está la responsabilidad de soportar el estigma social de la
discriminación. Ya sea de denominaciones religiosas, padres de familia,
educadores, organizaciones laborales, entre otros. Es por lo cual existen pocos
medios de comunicación que difundan temas acerca del medio, noticias del genero
e información referente al rock/metal.
Medios de
comunicación como la Rock FM, Rock Nica, Contra corriente son de los pocos que
hoy en día difunden información acerca de bandas nacionales y extranjeras, pero
sabemos que la información brindada por estos medios es limitada en comparación
a lo que sucede fuera de las fronteras, en parte no es culpa de ellos, la
responsabilidad que tienen con tan poco apoyo es uno de los factores
detonantes.
Me di la tarea de
entrevistar a algunos jóvenes para saber que piensan ellos acerca de la escena
en nuestras tierras, ya que me identifico con ellos y considero que la opinión
de ellos es muy importante, representamos la escena en este país, los que vamos
a los conciertos, los que estamos pendientes de actividades nuevas, que tenemos
muchas cosas por decir, somos voces que aún no tenemos la relevancia
suficiente, y no por falta de interés de los medios en el ámbito del rock, si
no por el estereotipo del genero mencionado al inicio; para esta en particular
le di la palabra a jóvenes en la zona de Plaza Inter
Entre muchos de los
comentarios realizados en la entrevista surgió la problemática de los
conciertos, está a la vista que Nicaragua posee problemas relativos a
conciertos de rock/metal, mientras que el resto de países en Centroamérica ha
organizado en la última década conciertos de la talla de Iron Maiden,
Metallica, Rhapsody, Therion, entre otros, esto no quiere decir que los otros
géneros musicales no deban presentar su show aquí, pero no hay diversidad. La
primera razón que me dieron estos jóvenes, es por el mal hábito de no apoyar
los conciertos, factores como quejarse de cada evento anunciado, ya sea
expresar odio por la banda que viene,
rechazar el costo de las entradas, subestimar el sub género al que la banda
pertenece, quedarse afuera del concierto
tomando licor y no pagar la entrada, hasta cometer actos de vandalismo o
alteración al orden público, este último provoca un repudio social generalizado
a los que nos gusta este tipo de música, lo que conlleva a los estereotipos que
ya nos sabemos de memoria.
Lo mencionado
anteriormente es el detonante para la otra razón por la que eventos de este
tipo no se den en nuestro país, y es la falta de organización, o bien, de una
organizadora fuerte que tome el reto de traer a Nicaragua un evento de grandes
magnitudes, y es claro, con el estereotipo negativo y repudio social
generalizado, sumado a la población conservadora de Nicaragua, ninguna
organizadora ve rentable eventos como estos por miedo a pérdidas en concepto de
poca venta de entradas o por gastos de reparación provocadas por algún tipo de
vandalismo, hecho por algún irresponsable que cree que haciendo una escena
bochornosa de ese tipo es algo común en el rock/metal, sumado a muchos casos de estafa agravada, -recuérdese el caso Siembra Y Lucha-.
Otra problemática
muy común es el espacio para los eventos, si bien es cierto, contamos con
estadios y terrenos de gran capacidad, estos solo son usados para eventos de
otros géneros, mientras que la escena del rock/metal, se tiene que conformar
con pequeños espacios proporcionados con personas que sí tuvieron iniciativa de
crear locales con el concepto del género, pero ¿qué podemos exigir?, todo esto
es provocado por una cadena de eventos desafortunados, un engranaje perverso
que lucha en nuestra contra, pocas organizadoras, poco apoyo, vandalismo, entre
otros, porque en este país es normal ver a personas pagando U$ 200.00 por una
hora de frente en el concierto de Marc Anthony mientras C$600.00 del concierto
de Soulfly significó ver muchos rasgándose las vestiduras, porque en este país
Maná se presenta cada año con precios exorbitantes y siempre llena el estadio
nacional de futbol (y el Denis Martínez en su momento), pero la segunda vez que
vino Leo Jiménez la afluencia fue mínima porque "demasiado dos
veces", porque cuando vas a comprar la entrada de U$99.00 para ver a
Ricardo Arjona en el Super Express te atienden como príncipe, mientras que el
siguiente en la fila pide entradas para "El Coctel explosivo de Canal
8" y te miran con recelo, con duda, como si llegaras a comprar droga.
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Otro mas |
Si bien es cierto,
es difícil cambiar la opinión de la sociedad conservadora de Nicaragua, es hora
que cambiemos nosotros mismos en nuestro segmento; he escuchado muchas críticas
negativas hacia los muchachos que están en la plaza maya de plaza inter, yo
tuve la oportunidad de escuchar su opinión y quiero decirles que son chavalos
con los pies sobre la tierra, con muchas ideas innovadoras, con quejas, con
sugerencias, chavalos con sueños y con metas, que por la misma discriminación
su opinión no es tomada, chavalos señalados por el público en general y
señalados en la misma escena, puesto que se subestima a estos muchachos, ellos
son la nueva generación del rock, que siente la música igual que sintieron los
rockeros de los 80's y 90's, ciertos sectores de la escena del rock/metal
discriminan géneros como el metalcore, alternativo, etc., no ha sido una vez
que he oído que los catalogan de maricones y plásticos, pero si todos nos
quitáramos la venda de los ojos encontráramos chavalos con ganas de superarse,
chavalos felices, chavalos responsables, sobre todo chavalos que saben lo que
les gusta y disfrutan de este regalo que es la música, desgraciadamente todo lo
dicho anteriormente en este párrafo, sumado al poco acceso de medios
publicitarios impide que el talento nato de muchos de ellos se pierdan, uno de
los jóvenes con quien tuve la oportunidad de hablar, mencionó que quiere formar
una banda con sus amigos, él como vocalista, y que los instrumentos,
grabaciones, entre otros gastos, serán sufragados con sus ahorros, muchachos
como el, no tienen un contacto cercano que les ayude a grabar el estudio, que
les difunda su demo en la radio, que les patrocine su primer toque, y es así
como el sueño de tener una banda nica, conocida internacionalmente, se fuga, es
por esto que nuestro país seguirá con los mismos problemas que hoy estoy
planteando, y nos seguiremos conformando con las mismas bandas de siempre, o con proyectos pasajeros, que aparecen y desaparecen, muriendo por la misma falta de apoyo.
El estigma social
nos exige ser más unidos entre nosotros, rockeros y metaleros, los de la vieja
y la nueva escuela, este género es más que una camiseta, es un sentimiento, es
algo que nos une, un lazo más allá de la sangre, y de las fronteras, que si se
interpreta de la mejor manera es capaz de erradicar el racismo, la xenofobia y
el odio, y si nos dividimos por dentro, el ataque desde afuera será peor.
Se que este tema es muy obvio y hasta está "quemado" pero siento la necesidad de compartirlo porque me parece injusto que tengamos que emigrar ha otros paises de Centroamérica a causa de esta problemática, y como un recordatorio de lo que somos, y que al final nos convertimos en uno mismo, mi padre me mostró a Motley Crue cuando tenía 4 años, y hoy escucho a Avantasia, eso no me
aleja de lo que aprendí hace 20 años, el que escucha a Dimmu Borgir no es
superior al que escucha Asking Alexandria, simplemente porque la música es un
regalo que debe compartirse.
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